El pasado 29 de mayo, Mauro Guillén impartió la Conferencia titulada “Tendencias demográficas globales y nuevos modelos de negocio” en el Club Prensa Asturiana de La nueva España. En la conferencia Mauro ilustró la importancia de los aspectos demográficos en el desarrollo de nuevos modelos de negocio vinculados a la economía colaborativa utilizando el caso de Airbnb. Esta plataforma, creada en 2008, dedicada a la intermediación entre oferentes y demandantes de alojamiento temporal, apenas cuenta con activos o empleados, está presente en más de 191 países y se le estima un valor 20 veces superior a gigantes empresariales como General Motors.
En opinión del ponente, la tecnología por sí misma no explica la competitividad o el crecimiento de estas empresas, sino el saber aprovechar el efecto red; es decir, el hecho de que el valor de la plataforma aumenta con el número de usuarios que la utiliza. Esto es así porque la plataforma vale lo que vale su capacidad de servir de punto de encuentro entre la oferta y la demanda. Sobre esta base, tres han sido las principales claves de su crecimiento:
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- Un modelo de negocio que comprende y se adapta a las necesidades de los usuarios a partir de su perfil demográfico. El efecto red de esta plataforma es bilateral porque requiere dos tipos de actores: los poseedores de inmuebles y los demandantes de alojamiento temporal. En este sentido, los fundadores de Airbnb entendieron que, por un lado, entre los propietarios predominaban las personas de más de 60 años que tenían propiedades o espacios para alquilar y tiempo para hacerlo. Mientras que, por el otro, los huéspedes eran mayoritariamente milenarios (o jóvenes adultos nacidos entre 1980 y 2000) que, además de un coste más reducido, buscaban una nueva forma de experimentar el alojamiento turístico. Entender este diferente perfil en cada lado de oferta y demanda les permitió diseñar la plataforma ideal para atraer a ambos grupos y beneficiarse del efecto de red.
- Expandirse internacionalmente para explotar su modelo de negocio siguiendo una lógica “regional”; esto es, abordar un continente o área geográfica de cada vez. Ello es así porque el efecto de red en el turismo se da a nivel regional, pues el grueso de los visitantes proviene del mismo continente.
- Diversificarse hacia servicios complementarios al alojamiento de los usuarios para participar lo más posible del gasto por visita de cada usuario; dirigiendo los esfuerzos a los viajeros con más noches de pernoctación y que viajan desde más lejos.
En definitiva, las plataformas de economía colaborativa, como Airbnb, siguen un patrón de crecimiento que, como en otras actividades, requiere un modelo de negocio competitivo y una expansión hacia otros países y sectores donde pueda ser explotado. La principal novedad es la importancia de entender el efecto red a la hora de definir el modelo de negocio y hacerlo crecer.