Las empresas que se crean utilizando las TIC como la base de su negocio cuentan con la ventaja de que la escalabilidad de su plataforma tecnológica facilita la atención a un creciente número de clientes, al no aumentar los costes en la medida que lo hacen en otros negocios tradicionales. Por otro lado, el carácter digital del negocio facilita la identificación y el acceso a clientes difíciles de alcanzar por las vías tradicionales.
No obstante, factores como la imitación del modelo de negocio, la proliferación de servicios gratuitos o a precios muy reducidos en internet como consecuencia de sus bajos costes marginales, las diferencias culturales entre países y los efectos de red que consolidan a las grandes empresas del sector suponen obstáculos para que estas empresas puedan rentabilizar adecuadamente su negocio.