Conclusiones de la Conferencia «De tecnólogo a empresario: de la Universidad a Airtificial»

El pasado 6 de junio, Rafael Contreras impartió la Conferencia titulada “De tecnólogo a empresario: de la Universidad a Airtificial” en el Club Prensa Asturiana de La nueva España.

AIRTIFICIAL es una compañía multinacional presente en diferentes campos de la ingeniería y los sistemas automatizados y robóticos aplicados a diversos sectores como Aerospacial, Defensa, Automoción, Obra Civil, Renovables, Eficiencia Energética y Edificación. No obstante, sus orígenes, que se remontan a 2003, fueron mucho más modestos: cuatro personas con un capital de 36.000 euros a partir de un contrato con CASA (AIRBUS) cedido por un Catedrático de Ingeniería Química y trabajando en un despacho de 30 metros cuadrados. Refiriéndose a esos orígenes como spin-off universitario durante la presentación del ponente, Ladislao Azcona, Presidente del Consejo Social de la Universidad de Oviedo, señaló que “Rafael Contreras comenzó con un pequeño proyecto y un buen profesor».

La compañía fue aumentando el importe y la entidad de los proyectos que manejaba, y en paralelo fue completando varias rondas adicionales de financiación. La primera, acudiendo a las “tres efes” (Friends, Family and Fools) con la que levantaron 600.000 euros. La siguiente consistió en la entrada de un fondo de capital riesgo con la que se consiguieron 800.000 euros y a partir de la cual se construyó una fábrica de 300 metros cuadrados. En una tercera etapa, la compañía es admitida a cotización en el MAB de la Bolsa de Madrid, tras dos años de “roadshow permanente” y muchos esfuerzos se consiguieron dos millones de euros.

Reflexionando sobre los avatares por los que pasa un emprendedor desde que empieza con una pequeña spin-off universitaria hasta cotizar en Bolsa, diversificar sus actividades y expandirse internacionalmente, el Dr. Contreras mostró cómo la evolución de la compañía en su actividad real y en el comportamiento bursátil pueden no estar correlacionadas perfectamente. De hecho, comentó la dificultad para atraer la atención de posibles inversores y cómo, de la noche a la mañana, dicha falta de atención puede venir seguida de un interés desmedido. En todo caso, se muestra muy satisfecho de la evolución de la actividad real de la compañía, que pone en evidencia el elevado nivel de la ingeniería española, y que en su caso les ha permitido “reducir el peso de las cosas mediante la utilización de nuevos materiales”.

También resaltó la importancia de realizar ajustes en los equipos de gestión conforme avanza el crecimiento, pero alertó de la importancia de definir bien los roles de cada uno. «Hay que distinguir entre asesores externos, consejeros, accionistas y amigos», señaló. En otras palabras, profesionalizar la gestión está bien, pero los profesionales que llegan no tienen por qué estar en el capital y su ámbito de influencia debe limitarse a aquello en lo que son profesionales.