Los Consejos de Estudiantes del G-9 rechazamos la postura adoptada por nuestras Universidades sobre el llamado “Estatuto del Becario” dado que estas se oponen a laboralizar las prácticas. Nosotros, reivindicamos una nueva redacción con más garantías.

El nuevo Estatuto impulsado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social conocido como el “Estatuto del Becario” incluye medidas que tienden hacia la laboralización de las prácticas porque garantiza a los estudiantes derechos similares a los de los empleados, como vacaciones y zona de descanso. Se establece también que las empresas deben dar de alta en la Seguridad Social a cada estudiante y este tiempo sumará en el  cómputo para la pensión.

Nuestras Universidades han considerado que la naturaleza de las prácticas debe ser puramente académica. En contraposición, desde nuestros Consejos consideramos imperativo poner encima de la mesa la situación real que los estudiantes padecemos en el mercado laboral, donde, además, funcionamos como mano de obra barata o gratuita. Abogamos por la laboralización de las prácticas, cuestión que de por sí está insuficientemente desarrollada en el estatuto y que deja cuestiones sin resolver.

Desde los Consejos de Estudiantes lamentamos que el Ministerio no haya tenido en cuenta nuestra perspectiva para resolver los problemas que afrontamos. Reivindicamos la necesidad de una reforma integral de las prácticas, especialmente en el ámbito académico, que garantice su carácter formativo, remuneración, cotización y calidad. Consideramos que la supresión de las prácticas extracurriculares no conlleva la eliminación del fraude, pues creemos que la principal política para suprimirlo es la remuneración de las prácticas académicas, así como dignificar la actividad formativa del estudiantado y permitir la permanencia de aquellas personas con menor capacidad económica. Además consideramos totalmente necesario mantener la existencia de las prácticas extracurriculares, dotándolas de las mismas garantías mencionadas.

Desde los Consejos de Estudiantes del G-9 exigimos al Ministerio de Trabajo una propuesta negociada con toda la comunidad universitaria, que atienda a la necesidad de un cambio del modelo formativo y que nos sitúe al estudiantado en el centro de la reforma.