El agua de mina como fuente de energía

«Hunosa está desarrollando actividades con el objetivo de poner en valor los activos de que dispone: valorizar los terrenos industriales de su propiedad, aprovechamiento de los terrenos forestales que ofrecen un nuevo recurso: la biomasa forestal y la disponibilidad del agua de mina que se puede emplear como fuente de energía térmica.
El recurso geotérmico asociado a la actividad minera es un recurso renovable que, paradójicamente, está creado de manera artificial. En su estado natural, en la Cuenca Carbonífera Central Asturiana no existen grandes acuíferos. El gran desarrollo minero, que comienza en el siglo XIX y llega hasta hoy, crea una intrincada red de fisuras, galerías y talleres que modifican totalmente el estado natural del terreno. Una vez que se decide el cierre de la explotación comienza la etapa de inundación. Este proceso de llenado se produce hasta que se alcanza una cota de seguridad que hay que mantener con un bombeo constante.
Una vez que se establece el bombeo definitivo se pueden desarrollar proyectos de aprovechamiento del agua bombeada que palíen, en la medida de lo posible, el coste eterno que este bombeo representa. Entre estos proyectos destaca de manera clara el aprovechamiento geotérmico de las aguas de mina, ya que estas presentan unas características tanto en caudal bombeado como en temperatura y calidad que las hace susceptibles de este tipo de aprovechamiento. Este nuevo recurso es un ejemplo pionero de economía circular, pues estamos creando de un problema, los costes eternos asociados al bombeo, una fuente de riqueza y un recurso sostenible. Hunosa ha ejecutado ya los proyectos de geotermia en Mieres del Hospital Vital Álvarez Buylla, Edificio de Investigación y la Residencia de Estudiantes del Campus de Barredo y la sede de la Fundación Asturiana de la Energía (FAEN), lo que representa una apuesta pionera por los servicios energéticos. En resumen, las instalaciones ejecutadas y en perfecto funcionamiento suponen aproximadamente 4 MWt en su conjunto.
Durante el desarrollo y explotación de los diferentes proyectos ejecutados y siendo conocedores de los avances tecnológicos en los sistemas de generación –enfriadoras– que permiten producir agua caliente a alta temperatura –hasta 85º C– con COP razonables y, por tanto, la integración de todo tipo de edificios. Por ello, se decidió modificar la filosofía de los futuros proyectos de geotermia llegándose a la conclusión de que, para poder extender la potencialidad del recurso geotérmico, la manera más razonable, rentable y eficiente es el desarrollo de redes de calor. 
Siguiendo esta línea de trabajo se comenzó a finales del pasado año 2018 las obras de la nueva red de calor con geotermia con las aguas que bombea el pozo Barredo, teniendo como principal cliente el edificio científico-técnico de la Escuela Politécnica de Mieres de la Universidad de Oviedo. Para su desarrollo se contó con la cofinanciación de los fondos FEDER para la convocatoria 2017-2018 de subvenciones cofinanciadas por la Unión Europea destinadas a empresas para favorecer el paso a una economía baja en carbono en todos los sectores. De esta manera se puede garantizar la viabilidad del proyecto.
Con la ampliación, que se encuentra a punto de finalizar, aumentará la red de calor geotérmica en 2 MWt, lo que supondrá una potencia total cercana a los 6 MWt, conformando el mayor District Heating (DH) geotérmico de España con un impacto en la reducción de gases de efecto invernadero de más del 50 por ciento respecto a las emisiones actuales. Y todo ello con un ahorro considerable respecto al consumo que implica la utilización de combustibles fósiles.
La firme apuesta de Hunosa por la geotermia continúa en el año 2019 con el proyecto de District Heating Fondón, en Langreo, que ha resultado adjudicatario de una subvención a cargo de los Fondos FEDER de 1,1 millones de euros para una inversión estimada de 2,2 millones.
Estos proyectos son un reflejo real de la apuesta de Hunosa por la geotermia con agua de mina, que enraíza sólidamente con el proceso de reestructuración de la minería del carbón y la transición energética, con la necesidad de potenciar la recuperación de los recursos naturales locales favoreciendo el desarrollo alternativo de las comarcas mineras. Proyectos de este tipo, de marcado interés social, vuelven a colocar a las comarcas mineras asturianas como referente en el tratamiento de la energía en el siglo XXI, un siglo que con seguridad será de la eficiencia y de las energías renovables»
Noticia publicada en el diario la Nueva España (21/03/2019)

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