Estimado estudiantado de la Universidad de Oviedo;
Antes que como presidente del Consejo de Estudiantes, escribo estas líneas como compañero vuestro que soy; como otro estudiante más que comparte vuestras cuitas, preocupaciones, anhelos y objetivos. No os quepa duda, tanto el resto de la directiva como yo mismo seguimos firmemente conscientes de que no somos más que otros estudiante como vosotros, en los que amablemente habéis delegado las funciones de la representación para que hablemos ante las instituciones no con nuestra voz, sino con la vuestra, la de todos los estudiantes. Es por ello que os damos sinceramente las gracias por vuestra confianza; una confianza que es para nosotros un gran honor al que estamos dispuestos a corresponder como sabemos que esperáis y merecéis.
Esta directiva al conjunto, y yo mismo individualmente, albergamos el deseo de construir una representación estudiantil que sea verdaderamente útil, funcional y cercana; que os acompañe en vuestro devenir universitario y que sepa defenderos a vosotros mismos y, al mismo tiempo, defender su autonomía y acción independiente, conjugándola con una sana colaboración con las instituciones universitarias que no sea óbice a la lealtad que os debemos. Somos conscientes, yo el primero, de la dificultad que reviste esta tarea, que en muchos casos implica un trabajo extenuante aunque discreto, pero imbuidos de la fuerza que nos proporciona vuestro apoyo estamos determinados a enfrentarnos con entusiasmo y resolución a los deberes de nuestros cargos.
Para finalizar, y en nombre de la misma, aunque también a título individual, quisiera trasmitiros mis más calurosos saludos, con los que me placería contagiaros de toda la ilusión que nos inunda a mis compañeros y a mí mismo. De nuevo, gracias.