La educación de adultos se lleva a cabo en personas mayores de 18 años (algunas ocasiones también implica a estudiantes mayores de 16 años) y se ocupa de muchos procedimientos sistematizados; así esta educación abarca títulos regulados (ejemplo, un diploma de escuela secundaria) hasta capacitación no regulada (ejemplo, un curso de manualidades).
Esta formación es emergente en los países desarrollados, y ellos tienen cada vez más estudiantes.
Por otro lado, esta formación tiene un alto impacto en la búsqueda de empleo y en los consecuentes procesos de inclusión social.