La economía asturiana ha cerrado el año 2019 con un crecimiento en torno al 1,4%, inferior al del conjunto nacional. Tal y como estaba previsto la industria es el principal causante de esta ralentización, como reflejan los retrocesos acumulados en los Índices de Producción Industrial (IPI) elaborados para Asturias por el INE y SADEI y los indicadores coyunturales de producción y consumo de electricidad.
Los sectores con evolución más favorable son la construcción y los servicios, si bien se detectan diferencias por ramas, con retrocesos en los transportes (especialmente el movimiento de puertos) y mayor dinamismo del turismo particularmente las pernoctaciones hoteleras.