Las estimaciones de la EPA del INE correspondiente al segundo trimestre de 2020 reflejan una reducción de ocupados tanto en España como en las regiones de la cornisa cantábrica. A pesar de que los ERTE han amortiguado el impacto de la crisis ligada al COVID-19 en el empleo, la tasa acumulada en la primera mitad del año es de -6% a nivel nacional mientras en la cornisa el peor comportamiento corresponde al País Vasco (-9,9%).
Frente a los importantes incrementos de paro registrado durante el primer semestre del año (28,1% en España) las estimaciones de la EPA para el mismo período conducen, salvo en el caso de Cantabria, a tasas de variación mucho más discretas e incluso ligeramente negativas en Asturias (-1,3%).
La difícil situación del mercado laboral queda claramente reflejada en los contratos registrados que hasta junio acumulan retrocesos del 42,3% a nivel nacional y todavía más intensos en las regiones de la cornisa cantábrica (-46,6% en Asturias).