A medida que avanza el año se confirman los indicios de ralentización del crecimiento económico tanto a nivel nacional como en las regiones de la cornisa cantábrica. Desde la óptica sectorial los mayores niveles de incertidumbre van asociados a la actividad industrial, tal y como muestra el Índice de Producción Industrial (IPI) del INE, cuya variación acumulada hasta el mes de mes de julio refleja situaciones de estancamiento (España y País Vasco) o retroceso (Asturias y Cantabria). Esta coyuntura se aprecia también en el Índice de Cifra de Negocios en la Industria, que durante el primer semestre acumula tasas comprendidas entre -0,7% en el País Vasco y 0,4% en Asturias y afecta a algunos indicadores de comercio exterior y transportes.
Si bien la evolución observada es más favorable para los indicadores de servicios (Índice de Cifra de Negocios en los Servicios, viajeros y pernoctaciones en hoteles) se observa también una cierta ralentización en el consumo de los hogares que podría prolongarse hasta final de año.