Las estimaciones del Índice de Producción Industrial (IPI) publicadas por el INE para el mes de agosto confirman el deterioro de la coyuntura industrial que ha motivado una nueva revisión a la baja de nuestras predicciones de cierre de año, tanto en España como en las regiones de la cornisa cantábrica.
Con la última información disponible, el IPI acumula hasta agosto retrocesos reales, de magnitud moderada para el conjunto nacional (-0,8%) y más acentuados en la cornisa (-6,1% en Asturias, región con la evolución más desfavorable).
El análisis por ramas confirma que el comportamiento más dinámico corresponde a los bienes de equipo (5,2% acumulado hasta agosto en España) mientras los bienes de consumo han crecido únicamente en el País Vasco (6,3% hasta agosto) frente al retroceso de Cantabria y el estancamiento de España y Asturias.
Tal y como ya habíamos anticipado en boletines anteriores los comportamientos más desfavorables corresponden a la rama de energía, con caídas muy significativas en el País Vasco (-27,2%) y Asturias (-23,9%).
Nuestras predicciones anticipan un deterioro de la actividad industrial, más acentuado en la cornisa cantábrica como consecuencia de la evolución adversa de las ramas de energía y bienes intermedios.
Por lo que respecta a los precios industriales, Asturias acumula hasta agosto importantes descensos reales del IPRI (-17,2%), mucho más destacados de los estimados durante el mismo período a nivel nacional (-3,3%) y en el resto de la cornisa (-6,2% en Cantabria y -5,3% en el País Vasco). En un contexto de gran incertidumbre se espera que los precios industriales cierren el año 2023 con tasas interanuales negativas tanto en España como en la cornisa cantábrica.
El Índice de Cifra de Negocios en la industria también ha empeorado su comportamiento en el último mes registrado, con lo cual las tasas acumuladas hasta julio muestran un estancamiento a nivel nacional (0,1%), mientras en la cornisa cantábrica el País Vasco es la única región con evolución y perspectivas favorables.