“Seguir innovando, sin perder nunca la conciencia del lugar del que venimos”

La empresa Emilio Serrano ( Licores Los Serranos) ha ganado el Premio Innovación en Empresas del sector alimentario, en la categoría de bebidas que ha convocado en su primera edición la Cátedra Caja Rural de Industrias y Procesos Agroalimentarios (Cátedra IPA) de la Universidad de Oviedo.

De la destilería Los Serranos, asentada en Collera (Ribadesella), se destaca “su larga y continuada labor de innovación, que se ha concretado en este momento en la elaboración de aguardiente de sidra en mezcla con otros productos tradicionales, así como por los modelos de gestión y comercial que lo desarrolla”.

El jurado, que reunió este viernes, estuvo formado por Jaime Fernández, responsable del área de I+D+i empresarial del IDEPA; Javier Nievas, responsable de Medio Rural y Empresas Agroalimentarias de Caja Rural; Enrique Covián, director del área de Cooperación Empresa de la Universidad de Oviedo; y Ángeles Rivero, subdirectora general de LA NUEVA ESPAÑA. Mario Díaz, de la Cátedra Industrial y Procesos Agroalimentarios, ejerció de secretario.

Emilio Serrano, fundador junto a sus hermanos de la destilería que lleva el nombre del apellido familiar, muestra su satisfacción con el premio: “Es un gran honor que nos ha llenado de ilusión”. La firma echó a andar en 1960, pero en la familia había ya tradición por dos ramas distintas. El bisabuelo de Emilio Serrano por parte de madre ya elaboraba aguardiente de sidra, en San Martín de Collera en el año 1870. Además, su bisabuelo paterno fue el fundador de Anís La Asturiana, icónica compañía del Principado. “En 1947 hubo una separación familiar y nos independizamos”, relata el veterano empresario. En aquel momento crearon una marca de anís, que derivaría en el nacimiento de Licores Los Serranos en 1960. Una empresa que ha mantenido los valores, a la vez que sabido innovar, como reconoce la cátedra IPA, aplicando el conocimiento de seis generaciones de destiladores.

Emilio Serrano, en su destilería.

Emilio Serrano, en su destilería. (Imagen extraída de La Nueva España)

“Este carácter familiar es una firma irrenunciable para nosotros”, destaca Serrano, que añade otro factor esencial: “La calidad es nuestra seña de identidad, trabajar con los alambiques, a fuego lento y buscar la perfección a base de persistencia. Darle a los clientes lo que necesitan, no es suficiente. La calidad empieza más allá y no se improvisa”.

A pesar de haber sido premiados en incontables ocasiones, Emilio Serrano no puede esconder su emoción al recibir el galardón. Siente el orgullo de mantener el legado familiar, “compartirlo con las nuevas generaciones” y, encima, en el lugar donde nació. “Yo soy de aquí, de Collera, como mi madre. Mi padre la conoció en Ribadesella”.

En el futuro, dice, solo les queda “seguir innovando, sin perder nunca la conciencia del lugar del que venimos”. Una pasión compartida con “hermanos, tíos y sobrinos”, que les ha valido para ser reconocidos con la primera edición de la cátedra IPA en el sector bebidas y, a buen seguro, para seguir cosechando menciones y premios a la excelencia.

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